
No por casualidad es uno de los vegetales preferidos de los macrobióticos. Es que en sus hojas se encierra vitamina C en gran cantidad, además de calcio y hierro. Por otra parte, también se le adjudican propiedades diuréticas, tónicas y afrodisíacas. Resulta ideal para aplicarlo en cuanta ensalada prepare. Lo mejor, se asegura, es cultivarlo en casa y cosecharlo una hora antes de usarlo. Si no, cómprelo lo más fresco posible. Guárdelo envuelto en papel, a salvo de la luz, o bien lavarlo y congelarlo.